Cosas que nos quitan el sueño

Es bastante habitual que cuando estamos preocupados nos cueste dormir. Si tenemos por delante un día duro es probable que algunas de nuestras noches las pasemos con los ojos abiertos como platos. Una de esas veces  en que el tic-tac del despertador parece una hormigonera que se ha instalado en la esquina de tu cuarto. . . seguramente, muchos descubrieron las bondades de los relojes digitales en una noche de insomnio.

Ni que decir tiene que lo que no deja a dormir a unos y a otros puede ser bien diferente (desde un examen a la mañana siguiente a la prima de riesgo) pero lo que tienen en común es que esas preocupaciones que nos rondan la cabeza a la hora de irnos a la cama pueden disparar nuestra ansiedad y acabar  provocándonos una noche en vela.

El pasado 16 de marzo se celebró el Día Internacional del Sueño y muchos medios de comunicación recogían testimonios de especialistas como el Dr. Antonio Yusta Izquierdo, del Hospital USP San Camilo de Madrid, que aseguraba haber notado un aumento de los trastornos del sueño desde la llegada de la crisis económica en que está sumida Europa.  Según el Dr. Yusta, en momentos difíciles como el actual es más probable que se desencadenen estos transtornos, debidos a un estado de ansiedad y estrés continuado.

Hoy nosotros queremos  ayudaros a  enfocarlo desde el punto de vista más positivo posible, y darte algunos consejos que no nos sacarán de la crisis, pero que  nos pueden ayudar a que el agobio y el estrés de las preocupaciones no nos hagan pasar la noche en vela:

  1. Si no tiene solución o no está en tu mano, no te preocupes por ello: Esto debería ser una máxima para nuestro día a día y a pesar de que es un consejo bien antiguo, a veces se nos olvida. Nos preocupamos por cosas que no podemos cambiar o que no dependen de nosotros. Es como si nos ponemos a arreglar algo que no está roto: no avanzamos.
  2. Todo no es igual de importante: Aprende a priorizar, y pide ayuda.  Tanto en casa como en el trabajo, hay cosas más urgentes que otras, y personas que te pueden ayudar. Aprovéchalo!
  3. Cambios, sorpresas y otros cuentos: A veces nos asustan los cambios, que pueden descolocarnos, sobre todo si se trata de una rutina que tengamos muy interiorizada. Pero los cambios también pueden ser positivos y muchas veces son inevitables. Aprende a integrarlos en tu día a día.
  4. Habla más: Si hay cosas que te preocupan, cuéntaselo a alguien. Contar nuestros problemas  puede ayudarnos a “descargar” y desatascar pensamientos tóxicos.
  5. Libera tensiones con el deporte: Un Barça- Madrid no, que altera los ánimos de cualquiera. Nos referimos a elegir un deporte que te guste y practicarlo de manera regular. Hará que descargues tensiones y levantará tu estado de ánimo.
  6. Aprende a relajarte: Hay técnicas como el yoga  o la meditación que pueden ser una ayuda, pero tienes que encontrar lo que te hace desconectar: quizás quedar un rato con amigos, ir al cine o incluso escuchar música puede convertirse en un recurso útil en momentos de agobio.

En resumen,como decía Ben Stilleren Zoolander , Relax!!

Foto: © Aidar – Fotolia.com

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El amor y el insomnio no se llevan bien

Que dormir mal tiene un impacto en la salud de las personas que sufren insomnio es algo que todos nos podemos imaginar. Y al efecto de esas ocasionales noches en blanco en nuestro humor, casi se le puede hacer una foto.  Por eso, aunque hoy te hayas levantado radiante, descansado y lleno de energía, antes de enfadarte cuando el señor del kiosko no te de los buenos días, o el camarero del bar de enfrente no te traiga el café,  no pienses que te tiene manía: seguramente, es que ha dormido mal.

Estas conclusiones son bastante evidentes, pero dentro de la amplia investigación en materia del insomnio y la falta de sueño, algunos estudios llegan a conclusiones bastante más curiosas de lo que podríamos pensar.

La Fundación de Salud Mental del Reino Unido realizó un estudio sobre hábitos del sueño a más de 6.000 personas. Vía internet, los participantes respondieron al cuestionario planteado por los investigadores,  y  al analizar los resultados, se encontraron con que las personas que afirmaban tener problemas de sueño  no sólo tenían más riesgo de sentirse decaídos, desanimados  o  de sufrir falta de concentración al día siguiente,  si no que los efectos de  no pegar ojo también incidían en sus relaciones de pareja.

Las personas que dormían mal mostraban cuatro veces más probabilidades de tener problemas con su pareja que las que afirmaban  dormir plácidamente. Imaginamos que si además los ronquidos se sumasen a la ecuación, la cosa ya puede acabar en una guerra de almohadas en toda regla.

El estudio se realizó en el Reino Unido, pero el insomnio y los problemas de falta de sueño son globales. Según la OMS, más de un 90% de la población experimenta algún grado de privación del sueño durante su vida.

Así que, enamorados y enamoradas: sea por vuestra pareja o por amor propio, no olvidéis cuidar la calidad de vuestro sueño.

Foto: © Irina Karlova – Fotolia.com

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Un baño de sueño

¿Has oído hablar alguna vez de la higiene del sueño?

No se trata de que tomar una ducha o baño  antes de ir a la cama, aunque no cabe duda que un baño calentito, espumoso y relajante puede ser un gran aliado para desconectar después de un largo día.

Lo que se conoce como medidas de la higiene del sueño son realmente una serie de pautas  que pueden ayudarnos a  conseguir un sueño reparador,  despertarnos con una sonrisa al día siguiente, y no enfadarnos con la tostadora.

Se trata de ponérselo fácil a Morfeo para que nos visite lo antes posible, así que lo único que tenemos que hacer es prepararnos para recibirlo:

1. Intenta mantener unos horarios los más regulares posible, es decir, levantarse y acostarse  habitualmente a la    misma hora. No se trata de ser especialmente rígido; de vez en cuando podemos sacrificar una horita de sueño. Pero si convertimos trasnochar en una costumbre,  nuestro reloj interno se va a hacer un lío, y estaremos comprando muchas papeletas en latómboladel insomnio.

2. Si encima de que tenemos todos los números de la tómbola, nos entregamos a conciencia a hacer la siesta, estamos ya hablando de un siempre-toca. Aunque con una siesta diurna pensemos que reparamos sueño, sólo es un parche temporal y además hará que a la hora de dormir no tengamos ganas. Así que adiós a las siestas largas!

3.Si eres de los que la última vez que viste el gimnasio fue el día que pagaste la matrícula, es hora de desempolvar el carnet.  La actividad física o practicar algo de deporte diariamente favorece que cojas la cama con gusto. Eso sí, nunca justo antes de dormir: ni se te ocurra jugarte un partido de fútbol media hora antes de irte a la cama. El fútbol por la noche en todo caso en el sofá y tomándonoslo con calma!

4.¿Crees que un chuletón de ternera entre pecho y espalda con tres o cuatro copas de vino para cenar, es el menú perfecto para una noche de relax? Obviamente no: la alimentación es un punto clave para intentar tener un sueño de calidad. Intenta cenar ligero y pronto, pero tampoco te vayas a la cama con hambre o las visitas nocturnas a la nevera están garantizadas.

5.De postre del chuletón, café, puro y licorcito. . .El café, el té, los refrescos de cola, o la nicotina son estimulantes del sistema nervioso central, y su consumo en exceso, aunque sea durante el día, puede acortar nuestro descanso por la noche. El alcohol, por el contrario, puede parecer que te induce al sueño pero en realidad produce un sueño de mala calidad, ya que favorece los despertares nocturnos.

6.Convierte tu habitación en el reino independiente del sueño: es decir, haz que estés lo más cómodo posible para conciliar el sueño. Una cama mullida y con sábanas frescas ayuda.  No acumules dispositivos electrónicos encendidos (nada de tele en la cama!), mantén una buena temperatura (entre 18 y 23 grados es lo óptimo) y cierra bien las persianas. No podemos controlar que los vecinos no nos molesten con ronquidos o ruidos molestos, pero sí podemos crearnos un ambiente lo más acogedor posible para dormir.

7.Si aún así parece que Morfeo se retrasa, no desesperes. Sobre todo no mires obsesivamente el reloj y no te mantengas en la cama a la fuerza. Pensar continuamente en lo tarde que es, lo que te está costando  dormir y lo que tienes que madrugar no te va a ayudar a conciliar el sueño, sino que va a disparar tu ansiedad y caerás en la espiral insomnio-ansiedad- insomnio.  Levántate de la cama y intenta relajarte un rato. Vuelve a la cama cuando tengas sueño. Tranquilo, va a llegar.

8.Recuerda que  si tomas cualquier tipo de fármaco para inducir el sueño o de seguir cualquier tratamiento para el insomnio, has de hacerlo de la mano de tu médico o farmacéutico. Ellos sabrán aconsejarte la mejor solución para el insomnio cuando lo necesites.

Foto: Dennis Wong – Flickr

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La importancia de dormir bien

¿Alguna vez te habías planteado por qué es tan importante dormir bien?

Dormir es una función vital. Es decir, dormir es  necesario como comer o beber agua: la privación total  de sueño tendría efectos  tan negativos para nuestro organismo como dejar de alimentarnos e hidratarnos.

Obviamente, no hay datos exactos de cuánto tiempo puede estar una persona sin dormir. Sin embargo, dado que el sueño está presente en todo el mundo animal (no te engañes: hasta una serpiente pitón, aunque no tenga párpados, duerme), se ha podido observar  que una rata de laboratorio, sin dormir, acorta su vida espectacularmente.

Volviendo a los humanos, seguro que si alguna vez has pasado una noche de insomnio, ya tienes alguna pista de los efectos que puede tener la falta de sueño en nuestro cuerpo.

En un experimento, reflejado en el Libro Guiness de los Records desde 1965, (hay que ver lo que hace la gente por sus quince minutos de fama!)  un joven llamado Randy Gardner se mantuvo  despierto durante algo más de 11 días. Después de este tiempo, y tras padecer delirios y alucinaciones, incluyendo llegar a creerse un crack del fútbol,  el chaval por fin durmió. En el libro del psicoterapeuta argentino Pablo E. Chacón  “Historia Universal del Insomnio” también se recogen algunos casos similares.

Se calcula que las personas pasamos alrededor de una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Por ejemplo, si viviéramos hasta los 90, 30 añazos nos lo habríamos pasado en los brazos de Morfeo.

¿Te parece mucho? No creas. . .No pienses que dormir es estar haciendo nada.  Nada más lejos de la realidad! Dormir constituye una conducta compleja, de hecho algunos aspectos de él todavía son bastante misteriosos (por ejemplo, el mecanismo de los sueños: la cuestión de  por qué soñamos lo que soñamos ha hecho correr ríos de tinta y aún no está nada claro). Durante el ciclo del sueño, se producen cambios tanto en las funciones del cuerpo como en los procesos mentales: cambios a nivel hormonal, metabólico y fisiológico que son necesarios para nuestro funcionamiento diario.

Así que ya sabes: entierra esa vieja frase hecha de “Dormiré cuando muera”.  Calderón de la Barca probablemente tampoco lo decía en sentido literal, pero efectivamente, “la vida es sueño”.

Foto: © Piotr Marcinski – Fotolia.com

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Trucos de los que quieren dejar de contar ovejas

Si eres de las personas a las que  les cuesta  dormir, seguramente ya habrás elaborado tus propios trucos para escapar del insomnio y dormir bien. ¡Algunos hasta podrían escribir una novela!

En este post vamos a contarte algunas de las maneras de enfrentarse al insomnio que gente como tú nos comentado. Una especie de buscador de remedios para el sueño, consejos para dormir mejor de todos aquellos que quieren olvidarse  de las  ganas de lanzar el despertador por la ventana después de una de esas noches difíciles. Porque además de seguir las normas de higiene del sueño, hay más cosas que podemos hacer para dejar de contar ovejas!

Por ejemplo, Ana nos cuenta  algo bastante habitual:  cada vez que algo le preocupa,  como un examen, un problema familiar, o simplemente, cuando le supera el estrés del día a día,  tiene tendencia a darle demasiadas vueltas a la cabeza, lo que ocasionalmente le impide dormir bien. Tarda mucho tiempo en quedarse dormida: aunque parezca que está quietecita en su cama, en su cabeza se está corriendo una maratón. Para intentar quedarse por fin dormida, Ana recurre a estrategias como «contarme un cuento a mí misma para pensar en cosas diferentes” o “Leer y alejar el despertador para no  oír el tic tac y mirarlo cada dos por tres”

Estos remedios caseros para el insomnio que Ana comenta tienen un punto en común: tratan de desviar la atención sobre el hecho que le preocupa y no le deja dormir. Estos truquillos pueden ser bastante útiles, siempre que no nos obsesionemos con ello. Corremos el riesgo de que, con el plan de buscar otra cosa en la que pensar, nos agobiemos por no poder evitar la recaída en el tema que inicialmente nos preocupaba. Vamos, que podemos  acabar poniéndonos  nerviosos por no querer estar nerviosos, lo que, aunque parezca un chiste de los  Cruz y Raya, es perfectamente posible.

Una cosa que hace bien Ana es alejar el despertador de su vista (y de su oído). De hecho, conviene no tener  demasiado cerca ningún objeto o aparato que asociemos a la actividad diaria. No caigas en el Síndrome de Estocolmo: el teléfono móvil o la tablet pueden pasar unas horas sin nosotros: demosles su merecido descanso, para conseguir más fácilmente el nuestro.

¿Quieres dormir mejor? No dudes en seguir estos consejos de cara a conseguir un buen descanso. Te ayudarán a mejorar tus hábitos de sueño para conseguir dormir mejor poco a poco.  Sin embargo, si  en ocasiones tienes problemas para conciliar el sueño y descansar mejor, también tienes la opción de preguntar en tu farmacia por remedios contra el insomnio o  pastillas para dormir que te ayuden  a descansar cuando lo necesites. En la actualidad existen diversos tipos de  pastillas para dormir, algunas que incluyen elementos 100% naturales  y/o plantas y  que se venden sin necesidad de receta médica. ¡Infórmate!

¿Y tú. . . nos dices cómo duermes?

 

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Uno de cada 5 españoles, afectados por el insomnio

1 de cada 5 personas en nuestro país se ve afectada de alguna manera por alteraciones del sueño. Este fue una de las principales conclusiones de un estudio realizado por investigadores del Hospital Vall de Hebrón de Barcelona en colaboración con la Escuela de Medicina de Standford sobre la prevalencia del insomnio y sus síntomas en la población española.

Entrevistando vía telefónica a más de 4.600 personas mayores de 15 años, el estudio de los investigadores Teresa Sagalés y Maurice M. Ohayon revela algunos datos bastante interesantes sobre cuántas personas duermen mal en nuestro país y cómo de frecuente es el insomnio. Más de un 20% de la población manifestó haber tenido algún síntoma de este transtorno del sueño en las tres noches anteriores. Y de la muestra, un 6.2% fueron diagnosticados con insomnio.

El estudio también detalla los síntomas más frecuentes de insomnio: en torno al 18% de los participantes mencionaban las interrupciones durante el sueño, como despertarse durante la noche o no dormir de un tirón. La dificultad para dormir, es decir, el tiempo que se tarda en conciliar el sueño, como caer dormido cada vez más tarde o en horarios irregulares también fue una queja habitual entre los encuestados.

Otro de los síntomas mencionados es despertarse demasiado pronto: no poder dormir más, con la sensación de no haber descansado lo suficiente. Las personas que no descansan suficiente durante la noche, además, resultaron más susceptibles de quedarse “atrapados por las sábanas” en los días de vacaciones.

Según publicaron los autores del estudio en la revista Sleep Medicine,  el insomnio también entiende de géneros y edades,  ya que es más frecuente en mujeres que en hombres   y mucho más habitual en mayores de 65 años que en edades más tempranas.

Otro dato que llama la atención es que sólo un quinta parte de los afectados estaba recibiendo tratamiento para combatir el insomnio, como por ejemplo, pastillas para dormir.

Imagen:© m_yulia – Fotolia.com

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