Cuando no dormimos

A veces, cuando no dormimos bien por la noche, nos sentimos solos. Parece que el mundo entero descansa mientras nosotros daríamos cualquier cosa por echar una cabezadita!  Sin embargo,  no dormir bien es un problema mucho más extendido de lo que parece. De hecho, una de cada tres personas en España sufre algún transtorno del sueño, y a pesar de ser un fenómeno frecuente, muchas veces la persona con insomnio no sabe dónde acudir.

Típicamente, cuando una persona empieza a dormir poco, primero intenta relajarse y acude a remedios naturales contra el insomnio, como el típico vaso de leche calentita o las infusiones relajantes. Pero cuando estas soluciones no funcionan y llevamos unos cuantos días en los que nos cuesta conciliar el sueño, nos preocupamos y empezamos a pensar que sufrimos insomnio.

¿Pero qué es exactamente el insomnio y por qué se empeña tanto en visitarnos a las horas menos adecuadas?

Muchas gente asocia insomnio a cualquier trastorno del sueño, aunque en realidad hay más de noventa categorías diágnosticas distintas para alteraciones del sueño, según la clasificación internacional de trastornos del sueño.  El insomnio es sólo uno de ellos, aunque de largo el más frecuente.  Por eso,  a veces es díficil saber qué es lo que nos está provocando problemas durante el sueño, y existen clínicas especializadas en el estudio del sueño y sus patologías.

El insomnio se define por la dificultad para conciliar el sueño y/o la dificultad para mantenerlo. O hablando en plata, dormir poco y/o mal. El insomnio no sólo lo sufre aquel que da vueltas en la cama mirando como pasan los minutos en el reloj de la mesilla de noche . Una persona puede tener insomnio, aunque se duerma a los 5 minutos de haberse ido a la cama, si es incapaz de mantener el sueño  durante la noche  Otras personas con insomnio se despiertan mucho antes de que salga el sol   y no hay manera humana de volver a dormir. Y muchas notan que se despiertan varias veces durante el sueño, levantándose al día siguiente tan cansado como si se hubiera pasado toda la noche en vela: el sueño no ha sido reparador. No sólo importa, entonces, la cantidad de horas que durmamos, sino también-y mucho -la calidad de ese sueño.

Seguro que muchos de los que leéis estas líneas habéis experimentado en algún momento alguna de estas cuatro variables del insomnio de las que hemos hablado. Al fin y al cabo una de cada tres personas duerme mal!  Por suerte, para la mayoría de las personas, es una situación transitoria, relacionado con períodos con más estrés, falta de tiempo, cambios de horarios o jet-lag. Cuando es así, y no nos sucede durante períodos largos, probablemente estamos pasando un episodio de insomnio ocasional. Hay varias alternativas para conseguir dejarlo atrás, como os vamos contando en el blog, y siempre es bueno acudir a buscar consejo a nuestro farmacéutico. Cuando el problema para dormir se alarga en el tiempo, llegando incluso a durar meses, podemos estar ante un caso de insomnio crónico, y lo más recomendable es que confiemos en nuestro médico para buscarle la mejor solución.

 

Imagen:© Andrius Gruzdaitis

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Cómo organizar mejor tu día

Si hicieran una encuesta de la excusa que más veces hemos puesto para dejar de hacer algo, la falta de tiempo se llevaría la medalla de oro.  La falta de tiempo es la excusa perfecta para incumplir propósitos navideños, esquivar compromisos sociales que no nos apetecen y a veces,  hasta para dormir menos de los que necesitamos: nos parece que el día es demasiado corto si nos vamos a la cama temprano. Aún hay tantas cosas por hacer y la vida pasa en un abrir y cerrar de ojos!

Muchas veces no es sólo la falta de tiempo real la que nos lleva a  pasar por la vida sin pausa , si no que también nos dejamos llevar por nuestro entorno, que nos empuja siempre a la acción, y muy pocas veces a pensar en el cómo y por qué lo hacemos.   La sensación de falta de tiempo entonces se acrecienta, y puede que paradójicamente, gastemos el tiempo que en teoría no tenemos pensando en  la cantidad de cosas que tenemos pendientes, con una sensación de agobio que crece al ritmo de las manecillas del reloj. Todo esto nos puede provocar dificultades de concentración, dificultad para dormir y afectar a nuestro estado de ánimo.

Por eso, hoy en nuestro blog vamos a hablar de qué podemos hacer durante el día para para que  las tareas pendientes nos dejen dormir tranquilos de noche. Y es que muchas veces no es más que una cuestión de organización!

  • Planificación: Aunque a veces parezca que casi no tenemos margen de maniobra, todos sabemos que una buena planificación es la mejor manera de ahorrar tiempo, y la mejor contribución para que nuestras tareas diarias lleguen a buen puerto. Pero igual de importante es no ser excesivamente rígido: no hay que obsesionarse ni desmoralizarse cuando algún imprevisto nos impide realizar todas las tareas que habíamos planeado. Es imposible calcularlo todo (y la vida sería aburridísima, además).
  • Sé realista: No te pongas objetivos que no sabes si puedes cumplir. Hay que ser conscientes de que no siempre podemos llegar a todo, y de que los superhéroes sólo existen en  los cómics y en el cine. Aprende a establecer prioridades y evita necesidades autoimpuestas.  Eso sí: lo que hagas, hazlo lo mejor que puedas. Un trabajo o tarea bien hecha hará que te vayas a dormir más satisfecho por la noche. 
  • Houston, tenemos un problema: La mejor manera de organizarse es tener unos cuantos ases bajo la manga, es decir, tener planes de acción prediseñados que nos ayuden a resolver problemas que se nos pueden presentar en el día a día. Ello requiere que te sientes a reflexionar, encontrar cuáles son los problemas con los que más frecuentemente tropiezas y ver si tienes los recursos necesarios para afrontarlos. 
  • Pide ayuda: No es ninguna vergüenza reconocer que necesitas ayuda para hacer algo, si no un símbolo de inteligencia.  Todas las personas no somos iguales y lo que a tí te puede ocasionar un gran quebradero de cabeza, para otra es coser y cantar, y viceversa. La ayuda, la empatía y el apoyo mutuo nos hace crecer como personas. 
  • Concéntrate: Realiza tus tareas de una en una y concéntrate en cada una de ellas como si las demás no existieran. Si te van asaltando ideas nuevas o preocupaciones, apúntalas y no vuelvas a pensar en ellas hasta que acabes. Esta táctica también es buena cuando tenemos preocupaciones o tareas pendientes que no nos dejan dormir
  • Pienso, luego existo: Dedica unos minutos al día a meditar o reflexionar en cómo ha sido tu día y cómo vas ha organizarte para el siguiente. Pregúntate si hay algo que puedas mejorar para ser más productivo. Muchas veces, la falta de tiempo no es  del todo real, si no que la hemos alimentado a base de malas costumbres y desorganización. En sitios como ThinkWasabi  encontrarás múltiples consejos y métodos para conseguir más con menos tiempo, algunos realmente sencillos de poner en práctica. 

 

Imagen: contemplicity en Flickr.

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5 mitos sobre el sueño y el insomnio

Todos hemos oído muchos consejos para dormir bien y el insomnio. Cuando no podemos dormir, aunque sea de manera transitoria, por una época especialmente estresante o las preocupaciones del día a día, nos sentimos mal y buscamos una solución rápida a nuestro problema. Y a veces seguimos las recomendaciones de la llamada sabiduría popular que creemos que van a ser un buen remedio contra el insomnio, cuando en realidad, puede que no sean convenientes en nuestro caso. Hoy hablamos de algunos de los mitos sobre el sueño y el insomnio más extendidos y explicamos las razones por las que son o no ciertos:

  • «Para dormirme, nada mejor que ver la tele en la cama»: Falso.

Son muchas las personas que disfrutan de quedarse dormidas en el sofá viendo algún programa, o simplemente, teniendo la televisión de fondo, ya que creen que un ruido de fondo les ayuda a relajarse y conciliar el sueño. Sin embargo, la luz  que emite la televisión o de aparatos electrónicos mientras dormimos puede acabar influyendo en nuestro sueño, al alterar nuestro ritmo circadiano. Nuestro cerebro necesita oscuridad para dormir, por eso se recomienda no usar aparatos electónicos  (ipad, pc’s, teléfonos) justo antes de dormir. Pero si lo de dormir con la tele ya se ha convertido en un ritual del sueño del que nos cuesta mucho prescindir, al menos programarla para que se apague automáticamente en no más de 20 o 30 minutos. O optar por la radio!

  • «Necesitamos dormir 8 horas»: Verdadero, pero. . .

La mayoría de las personas necesitamos dormir de 7 a 8 horas cada noche, sin embargo no todas las personas necesitan dormir lo mismo: depende de múltiples factores como la edad, el grado de actividad e incluso puede influir una cuestión genética. Las horas que necesitamos dormir son las que nos permiten estar al descansados al día siguiente sin sentir somnolencia, cansancio o falta de concentración.

  • «Un vaso o dos de vino antes de dormir, lo mejor para el insomnio». Falso.

Muchos piensan que una copa después de la cena es una buena idea para relajarse, y para muchas personas, el alcohol puede tener un poderoso efecto hipnótico. Pero el alcohol afecta a la calidad del sueño, por eso es más probable que, aunque caigas dormido más rápidamente, te despiertes en medio de la noche. Y no hace falta decir que si hacemos de ello una costumbre, podemos acabar teniendo otros problemas de salud aún más graves que el insomnio.

  • «Si no duermo bien unos días, lo recupero el fin de semana» Falso

A todos nos gustaría, pero lamentablemente, el sueño perdido no se recupera. Aunque después de estar madrugando toda la semana la tentación de quedarse en la cama sea una tentación imposible de resistir, llevar unos horarios regulares es posiblemente la medida que más nos va ayudar en caso de insomnio ocasional.

  • El insomnio se caracteriza sólo por la dificultad de quedarte dormido. 

Tardar demasiado en conciliar el sueño es uno de los principales síntomas del insomnio pero hay más,  como levantarse demasiado temprano y ser incapaz de volver a dormirse, los despertares frecuentes durante la noche o despertarse sin  sentirse descansado.

Cuando no podemos dormir de vez en cuando, pero la falta de sueño no nos afecta de manera habitual, estamos ante un episodio de insomnio ocasional, que podemos combatir con diferentes remedios: medidas de higiene del sueño y acudir a nuestro farmacéutico para buscar la solución más adecuada son los primeros pasos.  Cuando el insomnio es crónico, es decir, si no podemos dormir durante mucho tiempo, y nos afecta en nuestra vida diaria, puede ser síntoma de otros problemas físicos o o psicológicos, y  es el médico siempre quien tiene que evaluarlo para tratarlo de la manera más adecuada.

Imagen: © javier brosch – Fotolia.com

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