Dormir bien en el deporte

Los beneficios de una noche de sueño reparador son evidentes para el común de mortales. Sabemos que dormir es fundamental para la vida y que tras unas noches de insomnio nos sentimos agotados y faltos de energía. Nos cuesta concentrarnos y no podemos dejar de pensar que lo único que necesitamos es cerrar por fin los ojos. ¿Os imagináis lo importante que puede ser dormir bien para un deportista de alta competición?

Estos días, en los que se celebran los Juegos Olímpicos de Invierno, los medios de comunicación han difundido centenares de anécdotas curiosas sobre los participantes y las curiosas instalaciones de Socchi. Una de las más peculiares ha sido la decisión del patinador sobre hielo estadounidense Jeremy Abbot, que parece tener claro aquello de “En casa en ningún sitio”, y ha decidido llevarse a los juegos nada más y nada menos que su propia cama, para asegurarse de disfrutar de una calidad de sueño adecuada durante la competición.

Aunque llevarse su propia cama a unos juegos olímpicos pueda sonar demasiado excéntrico, lo cierto es que para los atletas un adecuado descanso puede marcar  la diferencia entre un lugar en el podio  o en los últimos lugares de la tabla, y por ello, el insomnio es uno de los mayores enemigos para un deportista. Un deportista necesita dormir bien tanto como seguir un régimen nutricional adecuado a su actividad para  conseguir un buen rendimiento deportivo.

Según Michael Grandner, profesor de psiquiatría y miembro del Centro de Neurobiología del Sueño de la Facultad de Medicina Perelman, la falta de sueño se puede  asociar a aumento de peso, fatiga, lentitud, desregulación metabólica y otras consecuencias que pueden incidir negativamente en el rendimiento deportivo. Además, dormir bien resulta importante igualmente  para evitar lesiones en el deporte, ya que dormir es esencial para la recuperación muscular y energética. Los deportistas, según el doctor , sean de alta competición o simples aficionados, se beneficiarían especialmente cuidando  más la calidad de su  sueño y durmiendo un mínimo de siete u ocho horas diarias. Siestas cortas,  que no influyan en el sueño nocturno, podrían hacer también mejorar los resultados deportivos.

Aunque no seáis deportistas de élite ni os hayáis dejado llevar por la moda runner, el siguiente consejo va para todos: dormir bien es importante para el deporte y viceversaLa práctica deportiva puede ayudarnos a dormir mejor, sobre todo si lo practicamos por la mañana o unas horas antes de irnos a la cama.

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Dormir en pareja ¿juntos o separados?

¿Se duerme mejor en camas separadas? En el Día de los Enamorados, nos preguntamos si es mejor dormir juntos o. . . separados

 Ya está aquí San Valentín! Algunos podéis pensar que esta celebración no es más que una invención de Galería Preciados, pero se dice que el origen de San Valentín viene de tiempos tan lejanos como el Imperio Romano, cuando el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios entre los jóvenes . Al parecer, los chicos luchaban mejor si no estaban casados. San Valentín decidió nadar a contracorriente y como en las telenovelas románticas, casaba a los jóvenes en secreto.  Como la mayoría de los santos, el pobre San Valentín no acabó muy bien, porque al emperador no le sentó muy bien su desafío.  Pero a su muerte se plantó un almendro de flores rosas en su tumba y por ello, el almendro -y no los corazones!- es el símbolo del amor y la amistad duraderos.

Cuentos y leyendas aparte, (aunque ya sabéis cuántos nos gustan los cuentos para antes de dormir),  aprovechamos el Día de San Valentín para hablar sobre qué influencia puede tener en el sueño dormir juntos o separados.

Hemos hablado mucho en este blog acerca de la importancia de mantener unos buenos hábitos para conseguir dormir bien, y a su vez, de cómo de importante es que el ambiente en nuestro dormitorio sea lo más silencioso posible y con una temperatura  adecuada.  Un dormitorio puede reunir todas las condiciones, pero ¿qué pasa cuando nuestra pareja sufre algún trastorno del sueño que nos está afectando también a nosotros? ¿Y si los hábitos de sueño con muy diferentes y creemos que no nos deja dormir bien? ¿Y si cada noche insiste en robarnos las mantas?

Dormir en pareja

En algunos casos puede ser adecuado plantearse dormir en camas separadas, pero en todo caso es una decisión que atañe sólo a cada pareja, ya que para muchas, dormir juntos es un momento de complicidad al final del día del que cuesta prescindir e incluso provocar más desvelos. En Estados Unidos, sin embargo, por mucho que sean los reyes de San Valentín, parecen tenerlo claro:   una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño reveló que hasta una de cada cuatro parejas en Estados Unidos optaban por dormir en camas separadas, e incluso en habitaciones distintas, incluso sin trastornos de sueño por medio.

En primer lugar, al analizar el problema y tomar una decisión  tenemos que ver si el hecho de dormir juntos está afectando o no  a nuestra calidad de sueño. ¿Hay algo que hace que nos despertemos?  La respuesta más evidente y más común es el problema de los ronquidos, que es de largo,  la motivación más frecuente en las parejas para dormir en camas separadas. Durante el sueño nocturno, según el doctor Diego García Borreguero, del Instituto de Investigaciones del Sueño, si cada 20 segundos emitimos un pequeño ruido de 15-20 decibelios haremos que nuestra pareja tenga más microdespertares. Y no hablemos ya de la dificultad para quedarse dormido. . . más si tenemos en cuenta que la intensidad de un ronquido puede llegar a duplicar en algunos casos, los 15-20 decibelios mencionados! Otros trastornos del sueño que pueden incidir en el sueño tanto del durmiente como de la pareja es el síndrome de las piernas inquietas,  que puede provocar despertares por los movimientos  incontrolables en las extremidades.

Aunque parezca lógico que tener una pareja roncadora  o con otro trastorno  nocuturno pueda hacer que nuestra calidad de sueño se deteriore, lo cierto es que no hay estudios al respecto que lo cuantifiquen exactamente, así que no hay recomendaciones mágicas para generalizar. Eso sí, sí sospechamos que puede haber alguna patología, lo que sí es recomendable es visitar al médico para ponerle solución. Mientra tanto, temporalmente, se puede optar por dormir en dormitorios separados, y una vez solucionado el problema, que la pareja pueda volver tranquilamente a su nido de amor sin temores. DE hecho, una solución a tiempo no sólo nos servirá para dormir mejor, sino también para evitar problemas de pareja. Ya se sabe que el amor y el insomnio no se llevan muy bien! 

Feliz  Día de los Enamorados! 

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¿Por qué hablamos en sueños?

«Hablar en sueños es como hablar de películas, ya que el cine utiliza el lenguaje de los sueños: años pueden pasar en segundos, y se puede saltar de un lugar a otro» (Federico Fellini)

¿Alguna vez te han dicho que hablas mientras estás dormido o lo has notado en algún familiar, tu pareja o amigos? Hablar en sueños es algo mucho más común de lo que parece. Científicamente se conoce como “ Somniloquia” y  suele darse con relativa frecuencia, sobre todo en niños y en adolescentes.  La mayoría de las veces son solo palabras sueltas o  murmullos que no alteran el sueño del durmiente,  aunque hay quien incluso  contesta preguntas de manera  más o menos coherente, de ahí el mito de que se pueden revelar secretos mientras uno duerme.

Aunque sea más frecuente en la infancia (si tenéis hermanos y compartíais habitación, seguro que esta situación os es familiar), hablar en sueños le puede pasar a cualquiera. Algunos estudios  señalan que más del 50%  de los niños y preadolescentes lo han experimentado alguna vez, e incluso se piensa que el porcentaje puede ser más alto, ya que lógicamente,  la persona no es consciente de que habla en sueños hasta que otro se lo dice.  Lo que sí parece estar claro es que es un fenómeno que tiende a desaparecer conforme envejecemos.

Algunos factores parecen propiciar que hablemos dormidos, como por ejemplo, la misma falta de sueño, el alcohol, la fiebre o estar pasando una época de estrés o ansiedad. También hay quien dice que es una cuestión de herencia, un rasgo del sueño que se trasmite de padres a hijos. Cuando hablamos en sueños en las etapas más profundas del ciclo de sueño, suelen ser palabras sueltas o frases sin sentido, mientras que en las fases de sueño más ligero es más probable que nuestro discurso sea  algo más inteligible.

¿Es normal hablar dormido?

Hablar en sueños de vez en cuando no es  un  trastorno del sueño  peligroso, ni una enfermedad que necesite tratamiento. Normalmente, como pasa con la mayoría de los sueños, al día siguiente no recordamos nada, a no ser que nos hayan despertado.   Es verdad que puede ser incómodo si se comparte cama, e incluso puede hacer que el sufrido compañero no pegue ojo alguna noche,  pero de manera limitada. Hay que tener en cuenta que normalmente, hablamos en sueños de manera puntual y no todas las noches,  contrariamente a lo que pasa con  los ronquidos, un trastorno mucho más molesto para el que lo padece y el que lo oye, y que sí puede tener sus peligros.  Los que estéis preocupados por lo que decís  mientras dormís, podéis estar relativamente tranquilos, ya que la mayoría de las veces lo que decimos no tiene ni pies ni cabeza y no pasa de dos o tres frases cortas: recordad, estáis dormidos y lo que decís muy probablemente sea parte del sueño que  tengáis en ese momento. Muchas veces, para el oyente puede ser incluso divertido, ya que el mundo de los sueños suele ser mucho más creativo y alocado que la realidad, y entonces la aventura nocturna puede ser un buen tema de conversación (real)  para el desayuno. Hay quien incluso ha llegado a escribir un libro para recopilar las mejores anécdotas.

Como decíamos más arriba, hablar en sueños de manera ocasional  no tiene nada de extraordinario, y en sí no constituye ningún problema. Si nos pasa muy frecuentemente,  notamos  que interrumpe nuestro sueño o el de otros o por cualquier motivo nos preocupa, podemos consultarlo con un médico especialista del sueño, para que averigüe si puede haber algún trastorno subyacente que lo provoque. Cuidar nuestro sueño, siguiendo las medidas de higiene del sueño más recomendadas (como la regularidad de horarios,  evitar tomar cafeína por las tardes o irnos a la cama con el estómago demasiado lleno) y evitar el estrés puede reducir la aparición de estos episodios.

¿Y  tú, sabes si alguna vez has hablado en sueños? ¿Nos lo cuentas?

Imagen: © aleshin -Fotolia

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