La siesta perfecta

¿Hay algo más veraniego que echarse una buena siesta? Si hay una cosa que echamos de menos después de volver de vacaciones- aparte del relax y los días de playa- es tener la posibilidad de echarse una siesta  en un sitio fresquito después de comer.  Durante estas vacaciones también hemos descubierto que los tópicos siguen pesando lo suyo: allende los mares, parece que las primeras palabras que vienen a la mente cuando se habla de España siguen siendo «siesta», «fiesta» y «fútbol». Dejando aparte el debate de si los tópicos se cumplen o o no, la verdad es que la siesta no parece pasar de moda, y aunque durante la mayor parte del año no la podemos disfrutar. . . no la dejamos de echar de menos.

Aunque la siesta se asocia normalmente a un carácter perezoso, lo cierto es que dormir la siesta puede tener múltiples beneficios. Una siesta realizada de manera correcta puede ayudarnos a mejorar nuestro nivel de alerta y a ser más productivos y eficientes en muestro trabajo, ya que cuando estamos cansados o con falta de sueño, tendemos a cometer más errores  y notamos que nos cuesta más concentrarnos. Eso lo saben algunas grandes empresas como Google, que habilita espacios para que sus trabajadores puedan echarse pequeñas siestas cuando sienten que la falta de sueño está interfiriendo en su rendimiento.  Las llaman powernap o micro-siestas.

La siesta, no obstante no sienta bien a todos:  en caso de que suframos trastornos del sueño puede resultar contraproducente, sobretodo si son demasiado largas, ya que pueden provocar que nos cueste más conciliar el sueño por la noche. Para que eso no nos pase, en la siguiente infografía compartimos algunos trucos para aprovechar con gusto la virtudes de la siesta sin afectar a nuestro sueño nocturno.

Siesta Fuente infografía: TotalBeauty.com

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