El dolor de cabeza y el sueño

El dolor de cabeza y el insomnio están íntimamente relacionados y así lo manifiestan diversos estudios clínicos que basan sus investigaciones en pacientes que presentan ambos síntomas. Tanto la falta de sueño como el dolor de cabeza o cefaleas tienen un resultado negativo en el día a día del paciente, que puede notar somnolencia, mareos, náuseas, falta de concentración, etc entre otros síntomas provocados  por el binomio dolor de cabeza – insomnio.

El dolor de cabeza  puede agravarse por la falta de sueño, y  el mismo dolor puede a su vez causar insomnio o dificultad para dormir. Hay muchos tipos de dolor de cabeza: uno de los más frecuentes  es la  “cefalea tensional”, que suele afectar a personas que no duermen lo suficiente o sufren insomnio o alteraciones del ciclo sueño-vigilia.  De hecho,  existen diferentes tipos de dolor de cabeza o  cefaleas relacionadas con trastornos de sueño, como la cefalea en racimo,  que puede  presentarse  en pacientes que padecen narcolepsia; o bien la cefalea hípnica que irrumpe a lo largo de la noche alterando la continuidad del sueño.

En caso de dolor de cabeza y  insomnio afrontar ambos problemas conjuntamente puede ayudarnos a  garantizar una estabilidad en la cantidad y calidad del sueño. Para ello, deberíamos tanto buscar soluciones que alivien el dolor y combatan el insomnio simultáneamente. Dormir las 8 horas recomendadas suele ayudar a aliviar el dolor de cabeza: por el contrario,  tanto dormir poco  como  dormir en exceso pueden ser causantes de dolor de cabeza.

Según un estudio realizado por el Instituto del Sueño, el 50% de los pacientes con migraña manifiestan dificultad a la hora de conciliar el sueño o mantenerlo sin interrupciones. Esta íntima relación entre las migrañas y el insomnio debe ser abordado de forma conjunta tanto a nivel de tratamiento calmante como de tratamiento profiláctico.

En un artículo anterior se trataba sobre la relación del dolor y el insomnio, donde se resaltaba la importancia de abordarlos de manera conjunta. No poder dormir o no dormir lo suficiente provoca que aumente la sensibilidad al dolor, por lo que, en caso de que el ocasionalmente dolor (por ejemplo, un dolor de cabeza)  nos dificulte el sueño, no basta sólo con aliviar el dolor, si no que también se debe tratar el insomnio. El insomnio y el dolor de cabeza traen consecuencias negativas a aquellas personas que lo padecen, por ello es importante un tratamiento que combata tanto con la dificultad para dormir como con las cefaleas.

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