Lección dormida, lección aprendida

Ya estamos en junio y el verano está a la vuelta de la esquina. Esta época es la preferida para muchas  personas, ya que  la luz al final del túnel que son las vacaciones por fin parece que se acerca.

Unos de los que tienen más cerca las ansiadas vacaciones son los estudiantes, pero antes de ello se enfrentan a la época de exámenes, que ha vuelto célebre a los meses de junio (y de septiembre, para los que tienen que recuperar) más allá del cambio de estación.

¿Y qué tiene que ver esto con el sueño, o mejor dicho, con dormir bien o no hacerlo?  Pues, precisamente,  mucho más de lo que parece.

Ya se hablado en este blog del papel del sueño en el aprendizaje y la memoria. Sin el preciado descanso nocturno, al día siguiente nos notamos  más despistados, y errores que probablemente no cometeríamos con 7 u 8 horas de sueño se vuelven más factibles. Por eso, en estas últimas semanas de junio con las bibliotecas llenas a rebosar por la cercanía de los exámenes finales o la selectividad, no está más recordar lo necesario que es un buen descanso nocturno para un  desempeño intelectual óptimo al día siguiente. Alégrate:  ya tienes una excusa excelente para no pasarte la noche en vela con la nariz entre los libros!

Diversos experimentos o estudios  se han llevado a cabo para investigar sobre las funciones del sueño o su relación con la memoria y la consolidación de recuerdos. En uno de estos estudios, publicado en la revista Journal of Neuroscience, investigadores alemanes examinaron a varios grupos de adultos en la  realización de  tareas que requerían el uso de su memoria, como recordar palabras o reproducir una secuencia con los dedos, con diversas variables, como si habían o no dormido o si habían sido informados de que se les realizarían las pruebas. Los que mejor puntuaron fueron aquellos que no sólo habían dormido bien, si no que sabían que después debían someterse a “examen”.

Pero, ¿por qué influye en la memoria dormir? ¿Cuál es el proceso? Hay diversas teorías entorno a estas cuestiones,  pero algunas investigaciones otorgan un papel importante al sueño REM,  la fase del ciclo del sueño en la que soñamos más frecuentemente. Otros van más allá y hasta lo relacionan con la creatividad:  Paul McCartney aseguraba que el gran éxito de  The Beatles, Yesterday, la escribió porque había soñado la melodía.

Pero volviendo al tema de los exámenes, dormir bien puede ser un factor más a tu favor para llegar al aprobado. Como dice el refrán, “Lección dormida, lección aprendida”,  pero ojo: seguro que por mucho que duermas, las horas de estudio no te las  quita nadie. Así que paciencia, ¡y no te pases con el café!

Sigue descansando