¿Por qué tenemos pesadillas cuando dormimos?

Quien más y quien menos se habrá hecho esta pregunta, ¿por qué tenemos pesadillas?, ¿por qué esas aflicciones no finalizan hasta que por fin nos despertamos? Miles de preguntas invaden nuestros pensamientos respecto a este  tema, y en este post haremos todo lo posible para despejar vuestras dudas.

Para empezar, os habéis fijado que cuando vemos una película de terror estamos más atentos a cualquier ruido, incluso creemos que seguramente no podremos dormir y nos invade el insomnio. Y cuando se nos caen los parpados del sueño y dormimos cómodos, tachan, tachan… sucede lo que nos esperábamos: nos invade una terrible pesadilla. Esa pesadilla nos resulta algo tan tangible, tan verdadera, al menos durante un rato,  que no parece un sueño, sino realidad. En la pesadilla estamos solos ante el peligro, tratamos de gritar o de correr, pero  todo resulta en vano, porque a veces no hay nadie a nuestro alrededor, y cuando en nuestra peor pesadilla vemos a alguien a lo lejos y nos parece que eso será nuestra salvación… resulta que no. Y a medida que la adrenalina se va incrementando, aumenta nuestra tensión por porque  parece que se acerca el momento de máximo peligro, y entonces. . . ¡nos despertamos! Por fin abrimos los ojos y nos damos cuenta de que estamos sanos y salvos, y que sólo ha sido un mal sueño.  Y seguramente diremos, “¡qué susto!”.

Pero… ¿Qué son las pesadillas y por qué las tenemos?

Algunos médicos definen la pesadilla como un sueño disfuncional, es decir, una alteración que se suscita en nuestro inconsciente. La razón de ser de estas pesadillas, para algunos son la correspondencia de que hay ciertos problemas a los que normalmente no solemos hacer frente. Para otros, en cambio, no tienen ningún significado. Recordemos que aún no se tiene claro cuál es el papel de los sueños! El psicólogo Barret,  de la Universidad de Harvard, menciona que las pesadillas son útiles porque hace reaccionar a las personas para que tomen las riendas de su vida y se empiecen a cuestionar sobre los asuntos que tienen que abordar de inmediato.

En otras palabras, las pesadillas, al menos en adultos, no parecen ser más que  sueños que reflejan angustias suscitadas por el estrés o por las preocupaciones que todos podemos tener en nuestro día a día.

Causas de las pesadillas

Son varias las posibles causas por las que se pueden tener pesadillas. .. pero recordad una cosa: ¡los sueños, sueños son!. . .Estas son algunas de las razones más comunes:

  • Ver una película de miedo, esas noches en las que cerramos los ojos porque hemos visto alguna película terrorífica. Este mismo temor es el que sufren los amantes de los libros. Leer algún buen clásico en mitad de la noche como por ejemplo: Drácula, de Bram Stoker, nos puede causar más de un espanto. Y esto también sucede cuando pasamos algún tiempo con algún videojuego. En nuestros sueños nos creemos el o la protagonista de la aventura y nos creemos listos para escalar muros o saltar de edificio en edificio.
  • Fiebre. La temperatura corporal elevada por alguna enfermedad (por ejemplo un resfriado o una gripe) puede favorecer que nuestros sueños sean más agitados o confusos de lo normal o incluso que se conviertan en pesadillas. Es un fenómeno habitual.
  • El estrés, la ansiedad y la depresión son factores que nos pueden jugar malas pasadas. Estar pensando en cosas como la organización de algún evento o estar pasando por algún conflicto familiar son causas por las que pegar ojo por la noche y dormir como un bebé es un tanto engorroso.

Ahora que ya sabemos las causas por las que tenemos pesadillas, ¿os gustaría saber qué tipo de pesadillas solemos tener habitualmente y cuál es su significado? ¡Vamos a ello!

Tipos y significados de pesadillas

Los sueños siempre han sido objeto de estudio desde tiempos muy muy antiguos. Lo que nuestra mente oculta es algo muy complejo de descubrir; por ello es interesante para algunos maestros en la materia como el psicólogo Sigmund Freud.

¿Qué sucede en nuestra particular caja de pandora? Freud explicó por allá por el siglo XIX, que “los sueños son una ventana a nuestro inconsciente y una manifestación de nuestros deseos y ansiedades”. Dicho en otras palabras, al soñar nuestra mente está libre de prejuicios, nuestro inconsciente se muestra tal y como somos, sin tapujos. Al despertar de nuestras pesadillas  nos despertamos con la mente borrosa. No solemos recordar todo lo que nos pasó, nuestra mente solo logra recapitular pequeños pasajes de esa aventura que ha tenido nuestro inconsciente, ¿pero qué nos intentan decir? Hay algunas teorías al respecto, aunque hay que recordar que no son más que interpretaciones sin validez “científica”. Hay muchas cosas que desconocemos sobre los sueños: quizás no quieran decir absolutamente nada 😉

Algunas de las pesadillas que más solemos tener son: Perder a algún familiar querido o a nuestra pareja. El significado de esta pesadilla evidencia nuestra falta de seguridad y de creer en nosotros mismos. Quizás sea hora de abrir nuestros ojos, lanzarnos a la aventura y abandonar los sentimientos de inferioridad que podamos tener.

No tener escapatoria y estar inmovilizados en un sitio. ¡Quién no lo ha soñado alguna vez! Nos da pánico solo de pensarlo: estar encerrados, perderse en un laberinto y no saber salir…hay quien interpreta que es un sueño que sufren las personas que se sienten encerradas en el día a día, que están hastiadas de la rutina y quieren romper el bucle para poner un poco de rock and roll a sus vidas.

Caer al vacío. Definitivamente es uno de los escenarios en los que no nos gustaría estar ni por todo el oro del mundo, pero que sin embargo, nuestro cerebro nos encamina a esa situación de peligro y máxima adrenalina. ¿Por qué nos sucede? Muy sencillo, en el día a día hay momentos puntuales en los que nos vemos desbordados por nuestros compromisos, actividades y responsabilidades. Pretendemos cumplir con cada una de nuestras obligaciones pero nos vemos desbordados por la situación. Los científicos tienen una explicación más física, relacionada con el ciclo del sueño, para cuando parece que nos caemos y nos despertamos en una sacudida. Podéis leerlo aquí

Ser perseguido. Soñar que estamos en una persecución, que huimos de un animal o una persona que desconocemos y que sin más hemos pasado a ser unos fugitivos que ansiamos preservar nuestras vidas. Es uno de los sueños más concurridos por una gran parte de la población. Y lo cierto es que este tipo de sueño transmite el temor que podamos estar pasando por algún enfrentamiento, alguna relación, ya sea laboral o personal en el que peligre la estabilidad. En otras palabras, soñar que nos persiguen apunta a nuestros miedos a una ruptura.

Ahora que ya conoces más sobre las pesadillas nocturnas, ¿te apetece contarnos cuál ha sido la tuya?  Ya sabéis: nada de películas de miedo antes de dormir!

 

 

Sigue descansando