¿Por qué hablamos en sueños?

«Hablar en sueños es como hablar de películas, ya que el cine utiliza el lenguaje de los sueños: años pueden pasar en segundos, y se puede saltar de un lugar a otro» (Federico Fellini)

¿Alguna vez te han dicho que hablas mientras estás dormido o lo has notado en algún familiar, tu pareja o amigos? Hablar en sueños es algo mucho más común de lo que parece. Científicamente se conoce como “ Somniloquia” y  suele darse con relativa frecuencia, sobre todo en niños y en adolescentes.  La mayoría de las veces son solo palabras sueltas o  murmullos que no alteran el sueño del durmiente,  aunque hay quien incluso  contesta preguntas de manera  más o menos coherente, de ahí el mito de que se pueden revelar secretos mientras uno duerme.

Aunque sea más frecuente en la infancia (si tenéis hermanos y compartíais habitación, seguro que esta situación os es familiar), hablar en sueños le puede pasar a cualquiera. Algunos estudios  señalan que más del 50%  de los niños y preadolescentes lo han experimentado alguna vez, e incluso se piensa que el porcentaje puede ser más alto, ya que lógicamente,  la persona no es consciente de que habla en sueños hasta que otro se lo dice.  Lo que sí parece estar claro es que es un fenómeno que tiende a desaparecer conforme envejecemos.

Algunos factores parecen propiciar que hablemos dormidos, como por ejemplo, la misma falta de sueño, el alcohol, la fiebre o estar pasando una época de estrés o ansiedad. También hay quien dice que es una cuestión de herencia, un rasgo del sueño que se trasmite de padres a hijos. Cuando hablamos en sueños en las etapas más profundas del ciclo de sueño, suelen ser palabras sueltas o frases sin sentido, mientras que en las fases de sueño más ligero es más probable que nuestro discurso sea  algo más inteligible.

¿Es normal hablar dormido?

Hablar en sueños de vez en cuando no es  un  trastorno del sueño  peligroso, ni una enfermedad que necesite tratamiento. Normalmente, como pasa con la mayoría de los sueños, al día siguiente no recordamos nada, a no ser que nos hayan despertado.   Es verdad que puede ser incómodo si se comparte cama, e incluso puede hacer que el sufrido compañero no pegue ojo alguna noche,  pero de manera limitada. Hay que tener en cuenta que normalmente, hablamos en sueños de manera puntual y no todas las noches,  contrariamente a lo que pasa con  los ronquidos, un trastorno mucho más molesto para el que lo padece y el que lo oye, y que sí puede tener sus peligros.  Los que estéis preocupados por lo que decís  mientras dormís, podéis estar relativamente tranquilos, ya que la mayoría de las veces lo que decimos no tiene ni pies ni cabeza y no pasa de dos o tres frases cortas: recordad, estáis dormidos y lo que decís muy probablemente sea parte del sueño que  tengáis en ese momento. Muchas veces, para el oyente puede ser incluso divertido, ya que el mundo de los sueños suele ser mucho más creativo y alocado que la realidad, y entonces la aventura nocturna puede ser un buen tema de conversación (real)  para el desayuno. Hay quien incluso ha llegado a escribir un libro para recopilar las mejores anécdotas.

Como decíamos más arriba, hablar en sueños de manera ocasional  no tiene nada de extraordinario, y en sí no constituye ningún problema. Si nos pasa muy frecuentemente,  notamos  que interrumpe nuestro sueño o el de otros o por cualquier motivo nos preocupa, podemos consultarlo con un médico especialista del sueño, para que averigüe si puede haber algún trastorno subyacente que lo provoque. Cuidar nuestro sueño, siguiendo las medidas de higiene del sueño más recomendadas (como la regularidad de horarios,  evitar tomar cafeína por las tardes o irnos a la cama con el estómago demasiado lleno) y evitar el estrés puede reducir la aparición de estos episodios.

¿Y  tú, sabes si alguna vez has hablado en sueños? ¿Nos lo cuentas?

Imagen: © aleshin -Fotolia

Sigue descansando

Contar ovejas para dormir: ¿funciona?

Todos estamos de acuerdo en que las ovejas son monísimas, pero ¿creéis en el mito de que contar ovejas ayuda realmente a dormir?

-No puedo dormir

-Pues cuenta ovejas!

Que levante la mano el que no ha oído nunca (o protagonizado) un diálogo de este tipo! El viejo truco de contar ovejas para dormir rivaliza con el truco de la abuela,  el del  vasito de leche calentita con miel antes de acostarse,  como remedios para el insomnio más populares. Y aunque el truco del vaso de leche sí que tiene su fundamento, como vimos en nuestro artículo de alimentos para dormir, en cuestión de animales la cosa ya es más peliaguda.  Muchos hemos recibido el  consejo de contar ovejas  y hasta lo hemos puesto en práctica para darnos cuenta enseguida  de que contar ovejas no sirve para nada más que para aburrirnos o como mucho para ponernos a pensar por qué contamos ovejas y no koalas, ponis o  gatitos.

Conde contar Muppets
Él contaba ovejas, pájaros, murciélagos y hasta notas musicales, pero no durmió ni una noche

El truco de contar ovejas para conciliar el sueño, aunque os parezca curioso,  fue materia de estudio, y además, nada más y nada menos que de la de la Universidad de Oxford.  Unos investigadores  decidieron poner a prueba el método ovejita con un grupo de cincuenta voluntarios que sufrían insomnio. Los dividieron en tres grupos: el primer grupo debía contar ovejas mentalmente para tratar de dormir, el segundo, pensar en imágenes relajantes o evocadoras y a los del tercer grupo no se les recomendó ningún sistema.

Al analizar los resultados, los investigadores constataron que ni los contadores de ovejas ni los del tercer grupo de control habían conseguido dormirse antes, e incluso les costaba aún más conciliar el sueño. Sin embargo, el grupo que debía imaginar lugares o escenas relajantes consiguió  dormirse 20 minutos antes.

El motivo del fracaso de las pobres ovejas para inducir al sueño es que, aunque sean adorables, una imagen de una oveja saltando repetidamente resulta demasiado aburrido  y abandonamos la cuenta antes de haber podido dormir. Un poco como nos pasaba con las divisiones demasiado largas en el colegio!  Sin embargo, concentrarnos en un paisaje paradisíaco o escenas en las que estamos en la playa o en la naturaleza ocupan «más espacio» en el cerebro, y es más fácil entretenernos y relajarnos con ellas, consiguiendo alejar  un poco el estrés o las preocupaciones que no nos dejan dormir.

En resumen: como solución para el insomnio, olvidaos de los animalitos, sean ovejas o mosquitos!  Nosotros os recomendamos, que cuando andéis con el sueño revuelto, probéis a aprender a dormir mejor con nuestros consejos,  y  cuando  lo necesitéis,  no dudéis en acudir a vuestro farmacéutico para que os recomiende  la mejor solución contra el insomnio.

Sigue descansando

Cómo nos afecta el cambio de hora

Como cada año, el último domingo de octubre nuestros relojes (y de paso, nuestros pc, smartphones, ipads y innumerables gadgets que pueblan hoy nuestras vidas) se retrasarán una hora. Concretamente, esto sucederá a las tres de la mañana de este domingo 27 de octubre, en la que el tiempo, sin necesidad de Deloreans ni máquinas especiales, retrocederá una hora hasta las dos a.m.

Durante el año, el cambio horario se produce dos veces, y se plantean fundamentalmente como una medida económica, discutible,  de ahorro energético. Los cambios se realizan en octubre, para la llegada del llamado horario de invierno, y en marzo, para dar paso al horario de verano.  Se realizan de manera simultánea en toda Europa para evitar problemas  de coordinación.

El  germen de la idea  de los cambios horarios se atribuye a  Benjamin Franklin, y  es incluso anterior a la generalización de la luz eléctrica en los hogares. Se dice que en 1784, mientras trabajaba como enviado especial en Francia, Franklin envió una carta anónima al Journal de Paris  en la ponía de relevancia cómo los parisinos madrugaban más durante  el verano, para ahorrar en velas y aprovechar la luz natural.   Aunque Franklin era un gran fan de los madrugones , o más bien,  de la idea de levantarse y acostarse con el sol – suya es la frase «Early to bed and early to rise makes a man healthy, wealthy and wise» *– no llegó a proponer formalmente el cambio horario.  Curiosamente, la propuesta  para el cambio horario de verano llegó de la mano de William Willet, un aficionado al golf al que le fastidiaba tener que suspender sus partidas con la llegada del atardecer. Aunque su propuesta fue ignorada durante casi una década, en la Primera Guerra Mundial,  Alemania decidió adaptarla  como medida para ahorrar carbón. Y pronto otros países europeos la siguieron. En España, el cambio horario tal como lo conocemos, dos veces al año, lleva en vigor desde 1974.

dormir_más
Doc y Marty en Regreso al futuro, discutiendo si este domingo duermen una hora más.

Ahora que hemos hecho un poco de historia,  y ya que este es un blog en el que damos consejos para dormir bien y combatir el insomnio, conviene pensar en cómo nos puede afectar el cambio horario que se avecina en nuestro sueño. En Current Biology  se publicó en 2007 un estudio sobre el efecto del cambio horario en los patrones de sueño de más de 50.000 personas. El resultado  fue que, si bien ambos cambios pueden alterar nuestros ritmos circadianos, el cambio al horario de invierno, que es el que tenemos a la vuelta de la esquina, se acomoda con bastante más  facilidad que el de verano, que parece afectarnos más profundamente.

Pero si igualmente, quieres reducir al mínimo el efecto del cambio de hora sobre tus patrones de sueño, aquí van cuatro puntos que debes tener en cuanta:

1. Aunque no sufras de insomnio, puede que notes más dificultad para dormir y somnolencia al despertar. Esto se debe a la ligera alteración  que sufre nuestro reloj interno con el cambio de hora.

2. Dos días,  de media, es el tiempo que vas a necesitar para adaptarte al nuevo horario. Aunque esto puede variar de persona a persona, como el cambio horario de invierno parece afectarnos menos, un par de días suele ser suficiente para acomodarnos y que no nos produzca mayores problemas de sueño.

3. Los bebés y los mayores pueden notar más el cambio. Los lactantes, según el dr. Gonzalo Pin, experto en trastornos del sueño infantil en el Hospital Quirón de Valencia, pueden experimentar alteraciones en su alimentación, y  a los niños en edad escolar les costará más despertarse. Para los mayores de 50, en los que la dificultad para dormir  o los despertares tempranos  son más frecuentes de manera habitual, la cuestión es que pueden tardar más en adaptarse a los cambios.

4. Olvida la siesta este fin de semana: Ya que este domingo disfrutamos de una noche más larga, y la posibilidad de dormir una hora más. . . intenta no echarte la siesta este fin de semana. Así minimizaremos el efecto del cambio horario en nuestros patrones de sueño.

Y  si te pone de mal humor pensar que a partir de ahora  se nos hará de noche más pronto, mira el lado positivo: la de este sábado será la noche más larga, si no puedes dormir, puedes probar a celebrarlo en plan Travolta.

Imágenes:  © vikis – Fotolia.com, Universal Pictures

* Proverbio tipo  A quien madruga, dios le ayuda

Sigue descansando

Dormir mucho, las 5 cosas que no sabías sobre el sueño

Es curioso como algo tan rutinario y habitual en nuestra vida como dormir es aún desconocido en muchos aspectos! En otros artículos hemos explorado el territorio de los sueños viendo alguna de sus curiosidades. Cosas en las que no nos habíamos parado a pensar, ¡a pesar de la cantidad de tiempo que pasamos durmiendo! Un tercio de nuestro día, un tercio de nuestras vidas las pasamos en brazos de Morfeo.

Por eso, hoy queríamos compartir con vosotros 5 cosas que no sabíamos sobre el sueño. Y como una imagen vale más que mil palabras, decidimos hacerlo también en formato gráfico, con una infografía. 

Por ejemplo, ¿sabías que un adolescente, por lo general, duerme casi el doble que una persona mayor de 65 de años? ¿Y que el lirón y la marmota se llevan la fama de dormilones, cuando en realidad es el koala es que carda la lana? Ya hemos visto cuánto tiempo pasamos durmiendo pero, alguna vez has pensado  cuánto de ese tiempo te lo pasas soñando?

Aquí os dejamos la respuesta. . .

infografía sobre las curiosidades del sueño

Sigue descansando

Cinco hoteles espectaculares en los que te gustaría dormir

Dormir siempre es un placer, aunque un entorno agradable o unas vistas bonitas también ayudan a que disfrutemos todavía más del descanso. Estamos seguros que  dormir una siesta mientras se pone el sol en unas hamacas como las de la fotografía, en Santorini (Grecia), debe ser un auténtico sueño hecho realidad para los afortunados que puedan permitirse viajes de vez en cuando. Por eso, hoy os traemos cinco hoteles espectaculares para soñar dormido y despierto. En lugares como estos, seguro que ya no se nos ocurre pensar  que dormir es una pérdida de tiempo. . . y ni jet-lag  ni insomnio que valga impedirá que cerremos los ojos!

Hoteles exóticos

Capella Lodge Lord Howe Island
Capella Lodge Lord Howe Island – Australia

Un auténtico paraíso situado en la pequeña isla de Lord Howe a unos 600 km del continente australiano. Habitaciones rodeadas de naturaleza en estado puro, con grandes ventanas para no perdernos nada de la impresionante fauna y flora del lugar, ni de sus noches estrelladas o los coloridos amaneceres que ofrece la playa.

Kasbah Agafay Hotel
Kasbah Agafay Hotel & Spa – Marruecos

A unos 20 kilómetros de Marruecos, rodeado de olivos y de colinas se encuentra este palacio decorado al estilo bereber en el que sentirnos protagonistas de Las mil y una noches. Por si el entorno de velas y colores cálidos no fuera suficientemente relajante, el hotel dispone de un Spa con todo lo necesario para llegar prácticamente flotando a la cama.

Un hotel submarino

Poseidon Undersea Resort
Poseidon Undersea Resort – Islas Fiji

En lugar de contar ovejitas, en este hotel submarino de las Islas Fiji podemos distraernos contando los peces que pasan, completamente sumergidos en pleno Océano Pacífico. Te sentirás casi como el Capitán Nemo en el Nautilus, pero con más espacio. No sé si conseguiría dormir en una habitación tan fascinante; dejar de mirar todo lo que pasa tras los cristales no debe ser fácil, pero en cualquier caso la experiencia seguro que es inolvidable.

Hoteles con encanto

Hotel Marqués de Riscal
Hotel Marqués de Riscal – Elciego, Álava

Para encontrar un hotel original y encantador tampoco hace falta viajar muy lejos. Desde esta habitación podemos descansar después de un día de paseos y buenos vinos, mientras contemplamos uno de los paisajes más bonitos de la Rioja. ¿Quién necesita nada más?

Aparthotel Palazzo Manfredi
Aparthotel Palazzo Manfredi, Roma

Después de dormir estupendamente toda la noche nada mejor que tomar un buen desayuno frente al grandioso Coliseo de Roma. Las habitaciones de este hotel son clásicas y confortables, pero sin duda lo mejor que tienen son las vistas de la ciudad eterna ¡Así da gusto empezar el día!

Lo cierto es que en habitaciones de lujo o en otras más sencillas, en vacaciones – como el break de Semana Santa que se acerca-  o si salimos de fin de semana todos disfrutamos de darle una tregua al despertador, remolonear en la cama y dejar que se nos peguen las sábanas.  Eso sí,  tiene que ser sin pasarnos, ya que si nos acostumbramos a trasnochar y  levantarnos tarde,  cuando habitualmente tenemos que madrugar, acabaremos por tener los horarios cambiados .Y ya sabéis que llevar unos horarios regulares es una de las  medidas más importantes de la  higiene del sueño para evitar el insomnio.

Y vosotros, nos contáis cuál es vuestro lugar favorito para descansar? Nos encantará conocerlo!

Texto: Teresa Morales

Imagen: © Brad Pict – Fotolia.com

Sigue descansando

Canciones para dormir bien

Decía el filósofo alemán Friedich Nietzsche que “la vida sin música sería un error”, y puede que sea una de sus frases más certeras. La música nos acompaña desde niños y relacionamos muchas de nuestras experiencias vitales a una u otra canción. Seamos más o menos melómanos, la mayoría de nosotros sólo tendríamos  que hacer un pequeño ejercicio de memoria para darnos cuenta de que  la música nos ha acompañado en los mejores momentos de nuestra vida . . .y también nos ha ayudado a superar los peores. Bailamos y nos divertimos con ella, claro, pero, ¡quién  no ha llorado mares de lágrimas con los auriculares puestos, como John Cusack en la película Alta Fidelidad!

Y es que la música es probablemente el arte con más facilidad para provocarnos emociones e influir en nuestro estado de ánimo.  Una canción puede hacernos reír, llorar y hasta relajarnos y ayudarnos a  dormir mejor en el más estresado de los días. Bien lo saben las mamás y los papás  que cantan nanas a sus bebés para ayudarlos a conciliar el sueño desde tiempos ancestrales, algo común a todas las culturas.

La música, una ayuda para dormir mejor

La música puede ser un gran remedio contra el insomnio, gracias  a la capacidad de algunas canciones para sumirnos en el estado de calma y  relajación necesario para conciliar el sueño. El neurólogo japonés Takuro Endo quiso ponerlo en práctica a escala masiva  con un curioso experimento, en un show bautizado “Dreams Kaimin”. El Dr.Endo congregó a cerca de 1500 personas en un auditorio, les proporcionó suaves mantitas y almohadas y los sometió durante tres horas  a lo que él consideraba la sesión perfecta de música para dormir: desde los arrullos de los Nocturnos de Chopin, pasando por suaves melodías de folk y jazz,  hasta la actuación de un  tenor. Lo cierto es que el experimento no resultó particularmente exitoso, ya que la mayor parte de la audiencia permanecía despierta al finalizar la sesión, si bien muchos reconocieron sentir cierta somnolencia. No nos cuesta imaginar el por qué del fracaso del dr. Endo: un recinto lleno de desconocidos no parece el mejor ambiente para conciliar el sueño y está muy lejos de proporcionarnos la intimidad de nuestros dormitorios.

Otra clave de las claves del fracaso es, probablemente,  que la capacidad de determinadas canciones o tipos de  música para provocar una u otra respuesta en los individuos es totalmente subjetiva e individual. Es decir, lo que para uno puede ser una auténtica pastilla para dormir sónica puede resultar excitante o poner nervioso a otro; por ello, el intento de crear la lista de canciones para dormir infalible no es tarea nada fácil, más allá de que ritmos suaves, lentos o sonidos envolventes y repetitivos a priori resultarían mucho más adecuados que una sesión de rock duro.

Las mejores canciones para dormir

En una encuesta realizada en 2010  el Reino Unido por la empresa turística Travelogde, el 84% de los encuestados reconocían el poder de la música como ayuda para dormir, y citaban entre otros, la música de Coldplay, Michael Bublé o Alicia Keys como las más susceptibles de acabar con el  insomnio. Claro que entonces aún no había llegado el boom de Lana del Rey, que resulta ser la artista más veces propuesta en nuestra propia lista de canciones para dormir, que estamos completando gracias a vuestras aportaciones.

No hay nada más que echarle un vistazo para comprobar la gran variedad de géneros musicales y diferentes condiciones que encontramos. Está claro que la música para dormir mejor varía totalmente  de una persona a otra. Para quien escribe,  artistas como Cocteau Twins son probablemente el billete más rápido hacia el mundo de los sueños y por eso nos despedimos con uno de sus vídeos.

¿Y tú, nos cuentas cuál es tu música favorita para dormir? No te olvides de proponernos tu canción favorita para dormir en nuestra lista de spotify!

 Imagen: © stokkete -Fotolia

Sigue descansando

Curiosidades sobre los sueños

El mundo de los sueños y el hecho de la necesidad de dormir del ser humano siempre ha sido algo misterioso, y seguro que hay varias curiosidades sobre  los sueños que pueden llegar a sorprenderte. Soñar ya es de por sí  bastante intrigante, y a pesar de haber sido objeto de numerosas investigaciones científicas, desde campos tan dispares como la neurobiología, la psiquiatría o  la filosofía, todavía hay aspectos de los sueños que no tienen explicación concreta, entre ellas cuál es exactamente su función biológica.

 Ese aspecto misterioso de los sueños y el mundo onírico, no sólo ha atraído a la ciencia, si no que también ha inundado la cultura popular y las expresiones artísticas, desde la pintura (con Dalí y sus relojes  blandos como uno de sus referentes más conocidos ), hasta la música, el cine e incluso la literatura infantil. Decía el premio Nobel de Literatura Tomas Tranströmer   que «un poema no es otra cosa que un sueño  en vigilia».

Pero, ¿por qué atrae tanto el mundo de los sueños para que personalidades como Sigmund Freud dedicaran buena parte de su vida a intentar interpretarlos y entender su significado?  No sólo es el aspecto enigmático, la necesidad de encontrar una explicación racional o refutar hipótesis. Probablemente, también se deba a la percepción de que todo es posible en el mundo de los sueños: aquello que es inalcanzable suele convertirse en objeto de deseo.  Podemos estar dormidos en la cama, supuestamente quietos y en reposo, y en nuestros sueños estar viviendo la mayor de las aventuras. Hay quien, incluso, ha podido utilizar los recuerdos de sus sueños como una fuente de creatividad: la escritora Mary Shelley concibió la idea central para su conocidísima novela Frankestein después de un sueño, durante unas vacaciones en el Lago de Ginebra. ¡Qué mejor incentivo que soñar para intentar dormir mejor!

De modo contrario  a quienes los aprovechan como base de su arte, hay personas que creen que no sueñan, dado que, en su gran mayoría,  no solemos recordar nuestros sueños.  De hecho, se dice que el 90% de los sueños los hemos olvidado en cuestión de minutos, y con frecuencia las personas reportan  recordar más bien sus  pesadillas, probablemente debido al despertar abrupto.  Sin embargo, todo el mundo sueña: está científicamente demostrado que los humanos soñamos y varias veces a lo largo  de una noche de reposo, aunque habitualmente la fase REM es reconocida como la fase del ciclo del sueño en la que se dan más frecuentemente.

Otro cosa que suele pasar mientras dormimos y estamos soñando es que creamos que nuestros sueños están protagonizados por personas desconocidas o que no hemos visto jamás. Sin embargo, nuestro cerebro no se las inventa, ni las recrea de la nada: en algún momento de nuestra vida, nuestros ojos y nuestro cerebro las han percibido, sólo que no somos capaces de recordarlo conscientemente,  ya que nuestra memoria es selectiva.

Y por aquello de la vista y la información  que recibimos a través de nuestros ojos, podríamos preguntarnos si las personas invidentes pueden soñar cuando duermen. Las personas que  perdieron la vista después de nacer, conservan recuerdos de imágenes, y por tanto, sus sueños las incorporan. En cambio los sueños de las personas con ceguera congénita no son visuales, pero se basan en la información que recoge el resto del sentidos: oído, gusto, tacto y olfato, y pueden ser tan vívidos como los de una persona que puede ver.

Y por último, conviene saber que es posible que la televisión influya en nuestros sueños más de lo que parece, más allá de que determinados programas sean tan aburridos como para hacer competencia a las mejores pastillas para dormir. Algunos estudios afirmaban que hasta los años 50, la mayoría de los sueños de las personas eran en blanco y negro, por influencia de la televisión y el cine, mientras que desde la popularización de la televisión en color, sólo un pequeño porcentaje de los sueños prescinde del color. Pero de nuevo, en el mundo de los sueños, nada es seguro, y esta teoría tampoco ha llegado a ser probada.

¿Y tú, recuerdas algún sueño?  ¿Y si nos lo cuentas?

Imagen: © Chariclo – Fotolia.com

Sigue descansando

Insomnio de película

No poder dormir es algo que le ha sucedido a todo el mundo más de una vez. Es tan habitual esto del insomnio que incluso se ha colado en la cultura popular. Tanto obras literarias, como musicales se han visto influenciadas por el sueño, y por supuesto, también en aquello que llaman el Séptimo Arte: el cine.

En la gran pantalla se ha retratado a personajes insomnes desde múltiples aproximaciones: comedias, dramas y hasta dibujos animados han aprovechado el tema de la falta del sueño como parte del hilo argumental. ¡Hasta el Pato Donald ha tenido problemas para dormir alguna vez!

Dibujos al margen, la gran pantalla ha reflejado poderosas razones para dormir bien en muchos films.  Sospechamos que el mismísimo Martin Scorsese debe haber sentido en su propia piel la falta de sueño, ya que algunas de sus películas más populares se centran en personajes que no dormían nada, pero que nada bien (y así de mal les sentaba). El gremio de los trabajadores nocturnos, por supuesto, se llevaba la palma. Todos recordaremos al por entonces jovencísimo Robert De Niro en uno de sus papeles más destacados de su carrera, como el alucinado, lunático e insomne taxista nocturno que recorría las calles de Nueva York en Taxi Driver. También guiado por el mismo  director recorría las calles de la misma ciudad Nicholas Cage, en este caso al volante de una ambulancia y con intenciones por suerte muy diferentes: como un ángel de la guarda, el pobre Nicholas seguía  atormentado por las visiones de los fantasmas de los que no fue capaz de salvar, en el film Al Límite.

Pero si alguien lo ha pasado realmente mal con el insomnio en el cine, es sin duda el polifacético actor galés Christian Bale. Desde Batman hasta American Psycho, este chico está acostumbrado a encarnar personajes de lo más exigentes. Pero creo que si le preguntáramos, sin duda citaría su papel en El Maquinista como uno de los más duros de su carrera. En El Maquinista encarna a Trevor, un operario que lleva más de un año sin dormir, lo que le deja importantes secuelas, tanto físicas como en su salud mental. De hecho, si sois almas sensibles, no es buena idea ver esta película, y menos un día que no podáis dormir: Christian Bale adelgazó decenas de kilos para encarnar al personaje, apareciendo prácticamente irreconocible, como expresión del deterioro  extremo que sufre Trevor.

Robin Williamsno sólo puede contar sus propias batallitas sobre “Despertares”, también sobre no pegar ojo. Williams, para variar,  hace de malo en la película Insomnia,  donde el pobre Al Pacino (que ya se sabe que sólo puede hacer de mafioso o de policía!), con eso de que en el remoto pueblo de Alaska al que le ha enviado a investigar un crimen no se pone  ni el sol, duerme fatal y no acierta ni una.

Claro que a otros con más suerte como el cazafantasmas Bill Murray, les va bien eso de tener insomnio ocasional por culpa del jet lag. Gracias a unas noches sin pegar ojo, en Lost in Tranlation conoce a la también desvelada Scarlett Johansson en un bar  de un hotel de Tokio y se van  por ahí de karaoke. Y no parece tan mala solución, aunque ninguno de los dos afine demasiado, sobre todo el bueno de Bill, que se lo pasa teta atacando el “More than  this” de Roxy Music.

Como veis, películas donde se toca el tema del insomnio no faltan. También hay muchas otras que abordan los sueños desde otro punto de vista, pero esa historia la contaremos otro día. De momento, nos contáis qué películas nos hemos dejado?

Foto:© fergregory – Fotolia.com

Sigue descansando

Fases y ciclos del sueño

En el mundo del sueño y el descanso hay de todo, como en botica. . . Hay quien lleva varias noches sin pegar ojo y busca un tratamiento o solución para el insomnio. También hay afortunados que no necesitan consejos para dormir mejor, ya que duermen  como marmotas,  o incluso hay quien piensa que eso de pasarse casi un tercio de la vida durmiendo, como decía Lord Byron al compararlo con la muerte,  es una gran pérdida de tiempo.  Quizás podamos tener esta impresión sobretodo en épocas en las que nuestras obligaciones nos hacen desear que el día tuviera más de 24 horas. Pasarse 7 o 8 horas durmiendo se nos antoja a veces como un auténtico lujo, y muchas personas acaban yendo a la cama sólo cuando están realmente exhaustas.  Y eso que nuestro cuerpo nos pide a gritos dormir mejor incluso después de una sola noche en vela!

Sin embargo, la percepción de que mientras dormimos no hacemos nada sí que es completamente errónea. De hecho, quizás no sabías que, en ciertos momentos del ciclo del sueño, nuestro cerebro está más activo mientras estamos dormidos que estando despiertos.

Se ha escrito mucho sobre el sueño y es que el proceso por el cual perdemos la conciencia propia de la vigilia y nos sumergimos en el tobogán del sueño no deja de ser fascinante.

5 FASES DEL SUEÑO

Lo que sí sabemos es que mientras dormimos, recorremos una serie de fases durante nuestro descanso, que se van repitiendo a lo largo de la noche. En total son cinco fases las que conforman un ciclo de sueño. En una noche durmiendo, solemos completar de 4 a 6 de estos ciclos.

Para comprender un poco mejor cómo vamos pasando por estas fases a  lo lardo de una noche de descanso, podemos imaginarnos una escalera. Cada peldaño que bajamos  nos sumerge en una fase más del sueño. Bostezar y cerrar los ojos  son los primeros pasos.

FASE 1 Y 2

Mientras vamos bajando, los primeros peldaños aún son de de sueño ligero o superficial. ¿Te ha pasado alguna vez que te despiertas con una sacudida, como si  te estuvieras cayendo por un precipicio, como le pasaba al Coyote cuando perseguía al Correcaminos? Tranquilo, no es nada raro: es de lo más común.  Es típico de estas fases, donde además es fácil que nos despertemos con un estímulo externo. Aquí nuestros músculos se relajan, nuestra respiración se hace más pausada y el corazón bombea más lentamente, señal de que vamos entrando poco a poco en el reino de Hipnos.

FASE 3 Y 4

Superadas las primeras 2 fases de sueño ligero, cuando llegamos a las fases 3 y 4 estamos ya inmersos en un sueño profundo. Cuando alguien duerme como un tronco, y parece que no se despertaría ni aunque la casa le cayera encima, probablemente está en esta etapa.

FASE 5

 Estas cuatro fases son de relajación y descanso. . . y ahora viene el momento de la  acción!  Ahora sucede algo curioso: nuestros ojos se mueven rápidamente, la respiración se acelera y es probable que empecemos a soñar. Es el período REM, que no es sólo una banda de música, si no también el período de nuestro descanso  en que soñamos más frecuentemente. Todos soñamos, aunque muchas veces no lo recordemos; sólo cuando coincide con el pitido del despertador.  De hecho, en sueños son posibles las aventuras más fantásticas e improbables en la vida real. Algo que seguro que los guionistas del final de la serie Perdidos se saben de memoria . . .

Sigue descansando