Tu razón para dormir bien

A pesar de la incomodidad, normalmente un par de noches de insomnio no suelen preocuparnos mucho, especialmente si estamos pasando por una época de nervios o estrés. Cuando son unas cuantas más, la mayoría de las personas empezamos  a preocuparnos sobre los efectos que puede tener para el organismo no disfrutar de un sueño reparador.

Sin embargo,  a veces algunas personas que habitualmente no duermen bien no acaban  de darle la suficiente importancia a  eso de no pegar ojo.

Seas como seas, hoy queremos darte unas cuantas razones para no pasar por alto ni una noche en blanco.

Para dormir mejor

Si eres estudiante:

¿No te han dicho muchas veces que pasarse la noche estudiando no garantiza el aprobado? No es para provocar: tiene una razón.  El sueño es importante para muchísimos procesos mentales y metabólicos, entre ellos el aprendizaje y la memoria. Cuando dormimos, nuestro cerebro asimila la información nueva que recibimos a diario. Hay estudios que dicen que a las personas que durmieron inmediatamente después a haber aprendido algo nuevo,  puntuaron mucho mejor en las pruebas posteriores.

Si te preocupas por tu figura y por tu aspecto:

¿No has oído a las celebrities como Penélope Cruz decir  aquello de “mi secreto de belleza es beber mucho agua y dormir 8 horas”? Pues lo creas o no, no van tan equivocadas  . Al margen de frivolidades varias, algunas investigaciones  sostienen que el insomnio puede ser un factor en el aumento de peso, ya que pueden alterarse niveles hormonales  que entre otras cosas, controlan el apetito.

Si  lo que más te importa es tu estado anímico:

Por ti y por los demás: duerme. No hace falta que te digamos cómo está tu humor después de una noche de insomnio: no vas a ser la alegría de la huerta. Tu ánimo, por los suelos. La falta de sueño nos pone irritables, nos cuesta concentrarnos y nuestra paciencia suele brillar por su ausencia. Normal que no tengamos ganas de ni de fiestas.

Si conduces o tu trabajo requiere concentración especial:

Obviamente, cuanto menos duermas de noche, más probabilidad tienes sentirte adormilado durante el día. Con la falta de sueño se reduce también nuestro nivel de alerta, y aumenta el peligro de accidentes o errores en nuestro trabajo. No es cuestión de ponerse trágicos, pero es evidente la relación entre la falta de sueño y la probabilidad de  sufrir un accidente, sobre todo si hablamos de conducir.   El grupo de estudios de los Transtornos de la Vigilia y el sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afirma que conducir con sueño puede llegar a multiplicar por siete las posibilidades de tener un accidente en la carretera. De hecho, la falta de sueño está presenta en al menos un 16% de ellos. Seguro que te acuerdas del lema aquel de Stevie Wonder : “Si bebes, no conduzcas”. Desde ahora, podríamos añadir también “y si no has dormido bien, tampoco”.

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Cosas que nos quitan el sueño

Es bastante habitual que cuando estamos preocupados nos cueste dormir. Si tenemos por delante un día duro es probable que algunas de nuestras noches las pasemos con los ojos abiertos como platos. Una de esas veces  en que el tic-tac del despertador parece una hormigonera que se ha instalado en la esquina de tu cuarto. . . seguramente, muchos descubrieron las bondades de los relojes digitales en una noche de insomnio.

Ni que decir tiene que lo que no deja a dormir a unos y a otros puede ser bien diferente (desde un examen a la mañana siguiente a la prima de riesgo) pero lo que tienen en común es que esas preocupaciones que nos rondan la cabeza a la hora de irnos a la cama pueden disparar nuestra ansiedad y acabar  provocándonos una noche en vela.

El pasado 16 de marzo se celebró el Día Internacional del Sueño y muchos medios de comunicación recogían testimonios de especialistas como el Dr. Antonio Yusta Izquierdo, del Hospital USP San Camilo de Madrid, que aseguraba haber notado un aumento de los trastornos del sueño desde la llegada de la crisis económica en que está sumida Europa.  Según el Dr. Yusta, en momentos difíciles como el actual es más probable que se desencadenen estos transtornos, debidos a un estado de ansiedad y estrés continuado.

Hoy nosotros queremos  ayudaros a  enfocarlo desde el punto de vista más positivo posible, y darte algunos consejos que no nos sacarán de la crisis, pero que  nos pueden ayudar a que el agobio y el estrés de las preocupaciones no nos hagan pasar la noche en vela:

  1. Si no tiene solución o no está en tu mano, no te preocupes por ello: Esto debería ser una máxima para nuestro día a día y a pesar de que es un consejo bien antiguo, a veces se nos olvida. Nos preocupamos por cosas que no podemos cambiar o que no dependen de nosotros. Es como si nos ponemos a arreglar algo que no está roto: no avanzamos.
  2. Todo no es igual de importante: Aprende a priorizar, y pide ayuda.  Tanto en casa como en el trabajo, hay cosas más urgentes que otras, y personas que te pueden ayudar. Aprovéchalo!
  3. Cambios, sorpresas y otros cuentos: A veces nos asustan los cambios, que pueden descolocarnos, sobre todo si se trata de una rutina que tengamos muy interiorizada. Pero los cambios también pueden ser positivos y muchas veces son inevitables. Aprende a integrarlos en tu día a día.
  4. Habla más: Si hay cosas que te preocupan, cuéntaselo a alguien. Contar nuestros problemas  puede ayudarnos a “descargar” y desatascar pensamientos tóxicos.
  5. Libera tensiones con el deporte: Un Barça- Madrid no, que altera los ánimos de cualquiera. Nos referimos a elegir un deporte que te guste y practicarlo de manera regular. Hará que descargues tensiones y levantará tu estado de ánimo.
  6. Aprende a relajarte: Hay técnicas como el yoga  o la meditación que pueden ser una ayuda, pero tienes que encontrar lo que te hace desconectar: quizás quedar un rato con amigos, ir al cine o incluso escuchar música puede convertirse en un recurso útil en momentos de agobio.

En resumen,como decía Ben Stilleren Zoolander , Relax!!

Foto: © Aidar – Fotolia.com

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