Vuelta al cole. . . a dormir!

Estamos en los días más temidos -y a la vez esperados-  para muchos papás y mamás: la vuelta al cole. Para los niños, vuelve la rutina, los madrugones,  el estrenar libros,  el reencuentro con los compañeros del recreo y. . .un nuevo ritmo al que adaptarse tras largas semanas de vacaciones. Nos parecería lógico que los primeros días de cole, los niños estuvieran encantados de irse a la cama pronto, de puro cansancio. Por el contrario, no pocas veces  su respuesta cuando intentamos convencerlos de que es hora de dormir es la archiconocida «Mamá, no quiero ir a la cama!».

Todos tenemos claro la importante que es un descanso adecuado para los niños. Dormir bien es esencial para los más pequeños, porque contribuirá a que crezcan sanos: de hecho, las hormonas del crecimiento se desarrollan durante el sueño. Además, los niños en edad escolar necesitan dormir más que los adultos: es recomendable que duerman en torno a 9 o 10 horas de forma habitual. Además, algunos estudios vinculan la falta de sueño son un mayor riesgo de sobrepeso, tanto en adultos como en niños.

Como a los papás y mamás, nos encantaría tener la varita mágica para conseguir que un niño se duerma a la primera y se vaya a la cama a la hora más conveniente sin quejas. Pero lo cierto es que cada niño, como cada adulto y cada familia, es un mundo y aunque se ha escrito mucho sobre cómo conseguir que un niño duerma bien (sobre todo cuanto más pequeñitos son), los consejos no pueden aplicar a todos los niños por igual. No obstante, tenemos algunas ideas para lograr más fácilmente que un niño en edad escolar se vaya a la cama sin rechistar y consiga conciliar el sueño:.

Procura que el niño duerma en el ambiente más confortable y relajado posible

Cuidar el ambiente en el que duerme el niño  puede marcar la diferencia! Todos tenemos manías  o pequeñas costumbres para dormir: por ejemplo, algunos necesitamos ponernos tapones, o cerrar la puerta a cal y canto o  somos incapaces de dormir sin doble almohada. A tu niño también le pasa! Si sus peticiones son razonables ( por ejemplo, dejar una pequeña luz encendida,  mantener la puerta abierta, llevar el pijama de sus dibujos animados favoritos o dormir con su peluche) permíteselo:  estará más tranquilo y será más fácil que acepte de buen grado irse a dormir. Y por supuesto, es importante que su habitación esté bien aireada y no pasarse con el aire acondicionado o la calefacción.

Convierte la hora de dormir  del niño en un juego

Los niños  no paran de aprender cuando salen del cole.  Nunca paran!  Y  por supuesto, han de aprender  a adquirir  unos hábitos de sueño  correctos.  Es muy importante favorecer unos hábitos de sueño  adecuados con una rutina fija todos los días (sí, también los fines de semana!). Si quieres que tu niño acoja esta rutina de buen grado,  prueba a convertirla en un juego.  A veces, nuestros niños no quieren ir a dormir porque quieren estar más rato con papá o mamá. Aprovéchalo a tu favor:  empezad con el baño,  preparar la  cena juntos – cuando son mayorcitos puedes pedirle que te ayude con el postre, por ejemplo-  lavarse los dientes y la lectura de un cuento puede funcionar. Intenta eso sí, que no vean la tele o jueguen a videojuegos por la noche, ya que puede alterarles y que te cueste más que te obedezcan. Los niños hacen lo que ven hacer a sus papás, así que prueba a no encender la tele ni el portátil tú tampoco (al menos hasta que al fin,  los niños caigan rendidos).

Imagen: © Marco Govel

 

 

Sigue descansando